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HOMENAJE A NELSON MANDELA (1985)
La primera edición de los premios Ludovic-Trarieux fue celebrada en 1985, en la que el vencedor fue Nelson
Mandela, todavía en prisión por aquel entonces.
En Africa
del Sur, todo un pueblo lucha para liberarse del Apartheid. Nelson Mandela, primer abogado negro en
Africa de/ Sur, Presidente de/ A.N.C,
prisionero politico desde hace un cuarto de siglo, es et simbolo de este pueblo y de sus juchas. En 1985, el Institudo de Derechos Humanos de la orden de abogados de la Corte de Apelaciones de Burdeos (Francia) otorgaba a Nelson Mandela
su premio internacionai de los Derechos Humanos "Ludovic Trarieux".
El discurso
pronunciado en esta ocasión por el Decano del Colegio de
Abogados, et Sr. Favreau, expresó el comùn sentimiento de la conciencia universel con términos que nos
parecejustifican su reproducción en
esta revista.
APRIL 27,
1985 : CEREMONIA PREMIO LUDOVIC-TRARIEUX
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DECANO BERTRAND FAVREAU (FRANCIA)*
HOMENAJE A MANDELA
por Bertrand Favreau, Presidente del Colegio de Abogados
de Bordeaux (Francia)
(Extractos
del discurso)
"Y, sin embargo, quién ha sido mas abogado que
él ?"
[…]
Hay
paises en los que si la acción puede seguir a la palabra, es ùnicamente para
intentar conquistar este derecho que reivindicaremos como un derecho intangible
del hombre libre.
Hay
sueños politicos sobre los que no velan las torres de vigilancia ni rodean las
alambradas de pùas. Ninguna fatalidad
los domina. Y su senotan sólo se llena
con el deseo de la libertad como si llevara una savia nutricia.
Cuando
actualmente en un pais, cuatro millones de individuos a los que en fin de
cuentas respetamos los derechos, porque, decia Jefferson, «La minoria posee
derechos iguales, igualmente protegidos por la ley, y violarlos serra obrar
como un opresor» (9).
Cuando
cuatro millones de individuos niegan el derecho a la palabra en todas sus
manifestaciones a veinte millones de ombres y más, porque tienen la piel negra
o «supuesta mente de color».
Cuando
cuatro millones elaboran solos las leyes, hecha exclusivamente en su provecho,
y peor aùn, casi exclusive mente contra los otros veinte millones que no tienen
e derecho de participer en su voto, entonces en ese moment estariamos tentados
de decir como usted, señor Segund Secretario, que es el momento de terminar con
el discurso que conviene pasar a la acción.
Sin
duda cansados nosotros también de los discursos, conferencias y coloquios, hemos
pensado, a nuestra escala, estimados colegas, que la Defensa de los Derechos
Humanos merece mucho más.
Que
se necesitaba volver a empezar, como en los tiempo arcaicos de los eupátridas
triunfantes, el combate por aque llos que loson en esta época en que aùn se
espera a Solón.
Ya
que este combate lorealizan otras personas que no so aquellos de nuestras
referencias antiguas, éstos son consi derados como «desprovistos de
lenguaje». Como los escla vos
aristotélicos, ellos quieren conquistar el derecho a la palabra.
Tal
es el sentido, Señoras y Señores, del premio que el Jurado que me ha hecho el
honor de aceptarme como Presidente ha otorgado a un abogado Sudafricano: el
selio NELSON MANDELA.
Lo
ha hecho al cabo de una admirable deliberación con conciencia y rigor,
plenamente esclarecido de todas las implicaciones de su elección. Lo que da todo su significado a este
veredicto.
Porqué
Nelson Mandela? Porquees sudafricano,
sin duda. Porque es abogado,
además. Para nosotros desde hace largo
tiempo, ser Abogado es a veces una vocación.
Es sin duda haber obtenido el indispensable viático universitario. Es quizás también y sobre todo, un suplemento
de espiritu.
Pero
para él, Nelson Mandela, hijo de rey, nacido en Umtata, entre Durban y East
London, criado en el seno de los ritos y de los ritmos igualitarios de la tribu
de Tembu, donde los ancianos contaban «las historias de los bue-hos tiempos
pasados, antes de la llegada del hombre blanco» (10) no era acaso para él, a la
escala del destino, otra aventura totalmente diferente ?
Cuando
a los 16 ahosentró a la Fort Hare University College, vió su juventud acuñada
por el relato de la época en la que «el pueblo vivia en paz bajo el reinado
democrático de los reyes, y podia desplazarse libremente y sin temor a través
del pais» (11).
Cuando
elige continuer sus estudios de derecho, debe inscribirse en la ùnica
Universidad de Africa del Sur donde los Negros son admitidos en esa época.
En
ese entonces, se hizo un juramento intangible que entregará más tarde a sus
jueces : «En esa época me juraba que entre todos los tesoros que se esperan de
la vida, eligirla él de servira «mi pueblo» y entregar mi modesta contribución
a su lucha por la libertad»(12). A
partirdel momento en que su combate por la libertad pasaba por los arcanos del
derecho, cómo entonces su destino no habria sido trazado?
Laureado
de la Facultad de Derecho, pasante en 1942 en un bufete de abogados blancos,
iba a ser el primer abogado negro de Africa del Sur, y a crear su propio bufete
con su asociado Olivier Tambo, que liegarla a ser un hermano de lucha.
Ahora
bien, cómo era la vida del primer abogado negro de Johannesbourg en los años 45
?
La
confrontaclón cotidiana con los avatares despiadados de la segregación racial,
tanto en su aspecto mezquino como en su rigor legislativo. Parc para él, ésta fue todavia peor por la
soledad en un mundo judicial exclusivamente blanco en el cual tan sólo era
tolerado, a peser de que sus extraordinarlas cualidades intelectuales no fueran
cuestionadas.
Hay
que escuchar a Mandela contario !
Asi,
en la promiscuidad del bufete, a veces dictaba a secretariasque eran....
blancas.
Cuando
realizaba esta tarea usual y que por azar ocurria que un cliente blanco llegaba
a la oficina, vela entonces a la socretaria levantarse, abandonar la pluma y el
carnet, apartarse del dictado para ocultar su malestar.
Yeso
no estodo, para probarque un Negro no podia ser su empleador, hurgaba
apresuradamente en su cartera para sacar aigunas monedas y tenderlas a su
patrón, acompafiadao de esta orden terminante : «Nelson, por favor, vaya a
buscarme un shampù!»(13).
Más
allá de la falta de consideración de losjueces, siempre blencos, más rigurosas
eran las medidas que ponfan trabas a ou ejerciclo profesional. Dirá : «Descubri que a la inversa d un
abogado blanco, yo no podia ocupar locales profesionales en la ciudad, a menos
de haber obtenido la autorización del Gobierno... En consecuencia solicité esta
autorización, pero nunca me fue
concedida» (14).
Sin
embargo, a fuerza de obstinación, Nelson Mandela logró sacar si no una
autorización, por lomenos derogaciones temporales tanto para él como para
Olivier Tambo. Cuando éstas expiraron,
no fueron renovadas.
Tanto
Mandela como Tambo fueron invitados a abandonar la ciudad y a ir a ejercer en
una reserva para Negros en el bantustán que corresponde a su etnia. 0 como Io
dira él mismo, «en un lugar perdido, demasiado lejos para que nuestros clientes
pudieran venir a consultarnos» (15).
El
amargo comentario a continuación no dejó de influiren la firmeza de su
determinación. Dice : «Equivalia a
pedirnos cesar nuestra profesión, cesar de servir a nuestros compatriotas, y
perder el beneficio de todos nuestros
años de estudios. Ningùn abogado digno
de ese nombre hubiera consentido con agrado» (16).
Ningùn
abogado digno de ese nombre...
Ahora
bien, Mandela, por si no lo hubiéramos comprendido, era un abogado digno de
este nombre : su vocación determinaba sus compromises. Era un problema de conciencia : «la vida de
un africano de este pais se ve continuamente destrozada por un conflicto entre
su conciencia y la ley. No es porlo
demás particular a este pais. Es lo que
sucede a todos los hombres de conciencia» (17).
Cómo
Mandela hubiera podido evitar enfrentar el conflicto ontológico para un jurista,
servidor respetuoso de la ley por naturaleza, entre su voluntad de libertad y
las leyes promulgadas por y para una minorla para impedir a la mayoria el hacer
escuchar su voz.
Mandela
se encontró solo ante la Ley. «Vor dem Gesetz steht ein Türhüter» dice un
pasaje en forma de apólogo del diálogo hermenéutico entre el sacerdote y K...
en el capitulo «En la Catedral» del Proceso. (18).
Ante
la Ley... «Ante la Ley, se alza el guardián de la puerta. Un hombre del campo se presenta y pide
entraren la Ley. Pero el guardián dice
que por el momento no puede autorizar la entrada».
Volvamos
a leer este pasaje, guardémoslo presente en nuestra conciencia.
El
hombre del campo de Kafka no esperaba tales dificultades. Y menos se esperaba la presencia de guardianes
sucesivos de laspuertas de la Ley con u na anchura deespaldascadavez rnás
impresionantes. La Ley no debe ser acaso
accesible a todos y siempre? Sin
embargo, el aceptaba ingenuamente esperar hasta que se le diese la autorización
para entrer.
Conocemos
el final de la historia. El hombre
esperó dias y años . Envejeció y se debilitó.
Luego, en el momento de tenderse ante las puertas de la Ley que nunca
habla penetrado, tuvo aùn bastante lucidez para escuchar al guardián decirle lo
que sólo escucho como un murmuro: «Aqui, nadie más que tu podia penetrar, ya
que esta entrada sólo estaba hecha para ti.
Ahora, yo me voy y cierro la puerta».
Cada
cual lointerpretará a su manera (19). «Ante la Ley» habia que elegir. Por consiguiente, no esperar. Para un abogado, la elección es siempre
compleja, pero puede ter, minar por ser elemental.
La
Alternativa es simple: tratar de obtener la aplicación más favorable posible de
la Ley que se condena, porque ésta es la Ley, o combatir la Ley injusta para
cambiarla por una major, pero con todos los riesgos que conlleva la ruptura.
La
primera solución ha conocido aplicaciones insignes.
El
colmo de la defensa, en efecto, no ha sido acaso alcazado en la materia por
Jean-Nicolas Bouilly, abogado ante el Parlamento de Paris. Hostil a las leyes del Terror, en una época
en que los abogados y sus Ordenes eran suprimidos y los defensores serviciales
amordazados, su preocupación por defender fue tal, que no escatimó esfuerzos
para hacerse nombrar pùbilcamente acusador pùblico. Y que lo logró.
Et
pensaba que solo podia seguir salvando a los acusados con esta nueva función.
Para
la época, este singular acusador escribirá més tarde en sus memorias : « Tenia
el placer de salvar a los ex nobles y grandes propietarios!» (20).
Ahora
bien, quién es Jean-Nicolas Bouilly?
Es
el autor del libreto de «Leonora», que Beethoven debla colocar con admirable
mùsica bajo el titulo de Fidelio -que yo evocaba aqui mismo
el año pasado- y cuya ùltima moraleja salmodiada
por el coro en un himno a la liberación de los
prisioneros de opinio es: «Es sucht der Brüder seine Brüder und Kann er helfen
hilft er gern» (21).
Mandela,
por su parte, ni siquiera tente la posibilidad de llegar a ser juez para
temperar la aplicación de las leyes que encontraba injustas. Un abogado negro no tenla el derecho de llegar
a ser juez.
Ante
la Ley... Ya Santo Tomas de Aquino habla respondido. Ya Montesquieu habla escrito: «Una cosa no es
justa porque es Ley, sino que ella debe ser Ley porque es justa» (22).
Ante
la Ley, Mandela, por su parte, escogió: estarla contra.
Consideraba,
en ese entonces, que no era solamente «mi» pueblo, sino que también «mi»
profesi6n de jurista y la justicia hacia toda la humanidad, los que me imponian
como deber protester contra esta discriminación fundamentalmente injusta y que
entra en contradicción con la concepción de la justicia enseñada en nuestras
universidades» (23).
A
partir de 1944, como todos los jóvenes intelectuales africanos amantes de la
libertad y de la noviolencia, era miembro del African National Congress,
fundado por Albert Luthuli en 1912, bajo los principios que Ghandi preconizaba
en favor de los hindùes de Africa del Sur, justo antes de su partida de ese
pais en 1914 para el destino que se sabe.
Fue
natural que Mandela estuviera a la cabeza de la «campaha de desafio» contra las
leyes injustas.
Fue
incluso el «voluntario en jefe nacional», que organizó los actos de insumisión
contra seis leyes diferentes del apartheid.
La
respuesta no tardó : el Gobierno instituyó la pena del azote, aplicable incluso
a las mujeres, a los condenados por infracción de desaflo. Nelson Mandela fue citado en justicia ante
los tribunales,en base a la ley de supresión del comunismo.
Condenado
a 9 meses de prisi6n con dilación; tuvo sin embargo la satisfacción de notar
que el eco de su defensa en su favor se encontraba en la motivación de la
decisión, ya que el juez Rumpff declaraba en ésta «que los hechos reprochados
no tenla nada que ver con el comunismo» ... (24).
Sin
embargo, se trataba solamente de prelegómenos.
La pena era demasiado indulgente.
Lo que se queria contra él era la pena más infame : la sanción de sus
Pares.
En
1953, la Transvaal Law Society pedia a la Corte Suprema su radiación del
colegio de abogados a ralz del papel que éste habla desempeñiado en la campañia
de desafio contra las leyes injustas, lo que se consideraba incompatible con
las reglas de conducta de un miembro honorable del Colegio de Abogados.
En
vano. La Corte Suprema - y es su mérito
- afirmó que su actividad no era de ninguna manera contraria las reglas de
conducta que se tiene el derecho a esperarde un miembro de una honorable
corporación, y que no se habia extralimitado en sus derechos ya que no tenia
nada de deshonorante para un abogado identificarse a su pueblo en lalucha por
laobtención de derechos politicos, inciuso si sus actividades deblan violar las
leyes del pais...
Mandela
era y seguirá siendo abogado.
Más
aùn, de ahora en adelante su vocación iba a ser magnificada. Su destino queria que tuviese un cliente
principal que defender: él mismo. La
ironia de la suerte hacla que tendria que ejercer su profesión tanto en calidad
de acusado como de abogado.
Pero
él sabla entonces, as[ como millones de hombres y mujeres negros, que ningùn
bufete del mundo podia jactarse de tener una clientela tan numerosa como
aquella que él llamaba «su pueblo». Y
que estaba además comprometido con un cliente aùn mucho más exigente : la
libertad.
«La
ley querla que yo fuera culpable, no a causa de loque habla hecho,
sinoqueacausade lasideasqueyodefendia.
En tales ocndiciones, quién iba a asombrarse de que un hombre se ponga
rápidamente fuera de la ley?» (25).
Deahora
en adelante, los acontecimientos se precipitan, los plazos se perfilan.
1956. Proceso por traición.
Esto
dura 5 años, durante los cuales Mandela pasa sus dias ante el Tribunal como
acusado, con 156 otros nacionalistas africanos, entre los cuales Albert
Luthuli, y sus tardes las pasa en su bufete.
Cuando los abogados de los acusados no pudieron ya seguir garantizando su defensa, Mandela tomó la de
los otros y la de si mismo entre sus manos.
El
proceso terminó en la confusion de los acusadores. El veredicto que pronunciaba la
inculpabilidad general de los acusados tiene lugaren la confusion. Un acontecimiento más grave va a dejar
estupefacto al mundo.
El
21 de marzo de 1960, en Sharpeville, en el Sur del Transvaal, la Policla
disparaba 700 veces sobre la muchedumbre que protestaba contra la sumisión al
«pass», este salvoconducto que pone trabas a la libertad de circulaclón y que
estaba obligados a llevar en permanencia, bajo paria de multa, porque eran
negros.
Entre
los manifestantes habrá 69 africanos muertos y 178 heridos. Esta vez la Policla no habló de legitima
defensa : 155 de las victimes hablan sido alcanzadas por la espalda.
Algunos
dias más tarde, en momentos en que la cifra exacte de muertos no ha sido aùn
establecida, el African National Congress pasa a ser una organización
prohibida. Mandela es condenado a la
clandestinidad. Debe abandonarsu
profesión, pero sigue siendoabogado: la lucha por leyes justas continua.
«No
fue sin pena que me separé de mi mujer y de mis hijos, que renuncié a la
alegria de encontrar a mi familia airededor de una mesa al final de una jornada
de trabajo en mi bufete, que elegi volverme un hombre acosado porla Policia,
viviendo en mi propio pais lejos de los seres queridos y de tener que afrontar
continuamente los azares de las persecusiones y de los arrestos» (26).
Será
detenido después de 17 meses de clandestinidad.
Es el 5 de agosto de 1962. Tiene
44 años.
A
partir de ese momento ya no conocerá la libertad. Sus hijas, aun pequeñas, no tendron nunca el
recuerdo de un padre libre.
Sin
embargo, no es todo con respecto a Mandela.
Luego
de dos fracasos judiciales, se necesitará volver a empezar 2 veces para
intentar su aniquilamiento. Dos procesos
van a sucederse.
Diálogo
de Io imposable. Dialéctica kafkiana
expresada por el dicterio ya leido en el proceso : «Ves eso... reconoce que
ignora la ley y afirma al mismo tiempo que no es culpable»(27).
Mandela
por su parte, no ignoraba la ley, la impugnaba.
Ni
siquiera invocaba las leyes noescritas.
Solo apelaba a las leyes en vigor en todas las democracias del mundo.
«Creemos,
segùn los términos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que la
autoridad del Gobierno debe estar basada en la voluntad del pueblo» (28).
Contra
él, acusaciones terrorificas : comunismo -todavia! - y terrorismo.
El
razonamiento juridico obedecia lomás a menudo a los silogismos de Io
irracional: el comunista es para la ley «aquél que busca provocar el cambio
politico a través de acciones ilegales».
Mandela rechaza el orden politico actual, en consecuencia es comunista.
0
también :
La
ley define el terrorismocomo «toda actividad susceptible de comprometerel
mantenimiento del orden pùblico». Por su
acci6n, Mandela llama a la perturbaci6n del orden pùblico, en consecuencia es
un terroriste.
Durante
el proceso de Pretoria del 22 de octubre el 7 de noviembre de 1962, es condenado
a 5 atios de trabajos forzados por haber salido de Africa del Sur sin tener un
pasaporte en regla y por haber incitado a los trabajadores africanos a hacer
huelga en marzo de 1961.
Sin
duda, la pena era demasiado blanda para aquéi que se convertia cada dia más en
el mito vivo del pueblo africano.
Más
tarde, una vez pronunciado el veredicto, a la salida de la vieja sinagoga
transformada en sala de audience, la muchedumbre agrupada, a pesar de las
prohibiciones policiales, vino a gritarle: «Tshotsholoza Mandela», cccontinùa
Mandela» (29). Nadie duda de que
continuarla 5 años después cuando saldria.
De
esta manera, cuando en octubre de 1963, un año después de su condena, se juzga
a 8 acusados detenidos aigunos meses antes en la granja de Rivonia, se saca a
Mandela de la Casa Central de Pretoria en donde purgaba su pena para remitirio
al banquillo de los acusados.
Una
ley reciente castigaba el sabotaje con la pena de muerte. Y es verdad que luego de Sharpeville, el A.N.C.
habla optado por entrar en la via del sabotaje, a través del Umkonto, «la punta
de lanza de la nación», luego de 50 años de no violencia militante.
Albert
Luthuli habla recibido el premio Nobel de la Paz, pero se disparaba contra los
negros en los homelands.
Y
eso que se trataba tan sólo de sabotaje y no, de terrorismo o de guérilla. Mandela se empetiaba en setialar la
diferencia, quien, porsuparte,detenidodesdehacel5meses, notieneni pólvora ni
sangre en las maños y que va a continuer en este nuevo proceso su papel de
acusado-defensor.
Sabotaje,
para no atentar contra las vidas humanas, para impedirloquetoma forma en une
parte de la población negra: el espectro de la guerre civil. Para evitarel bafiode sangre, del quetodos
los aguacerosdel Africa no podrian laverai auelode la Patrie, como fue el caso
del aguacero de Sharpeville que en una tarde de marzo habla lavado la explanada
sangrienta delante del Comisariado.
«Queremos
une repùblica democrática en donde estén representados todos los sudafricanos,
en la cual puedan gozar de derechos iguales, en donde africanos y no africanos
tengan la posibilidad de vivir en paz, compartir une naclonalidad comùn y une
comùn deuda hacia este pais donde hemos nacido» (30).
Utópico,
se dirá! En la innegable complejidad de
une sociedad tanto multi racial como pluri étnica, cómo creer en este régimen
armonioso?
Entonces
también utopla creer en la no violence, condenar el discurso siempre vano, pero
«la utopie» no es después de todo, como lodecla Malraux: «Para cada uno, la
forma de la esperanza de sus adversarios» (31).
Después
de un proceso de 7 meses, el veredicto no será sin embargo la muerte sino que
la reclusión perpetua.
Solamente
la emoción que se levants en el mundo a causa del proceso permitió a los
acusados escapar a la pena máxima.
Incluso la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió una protesta y
lanzó un llamado a la clemencia. Por 106
votos contra 1. El de Africa del Sur.
En
las banderoles desplegadas a la salida del Tribunal, como ùltima visión,
loscondenados pueden leer. «No cumplirán su pena mientras estemos vivos».
Trasladados
a ciudad del Cabo, Nelson Mandela fue conducido a la isla de Robben, el
penitenclario de los politicos. La isla
que antamo tente uns leproserla y que parecla de esta manera estar consagrada a
recibir aquellos que para el régimen del Apartheid no tienen la piel como los
otros.
Para
aquellos que dudaran de que Mandela fue abogado hasta el final, sus alegatos
testimonian en su lugar.
Poderosos,
de une sola cursive, con une dialéctica rigurosa que contienen a la vez la
historia del A.N.C. y l acusación más abrumadora contra la segregación y al mismo
tiempo la defensa en favorde la fraternidad de razas. Permanecen com piezas admirables y a veces
desgarradoras.
Impresas,
en rùstica, traducidas en todos los idiomas, dieron la vuelta al mundo. En la tapa éstas llevaban un simple titulo : el Apartheid.
Desde
su isla, por su soie existencia, Mandela iba a continuar desafiando al poder
existente. Se iba a convertir en el
prisionero más embarazoso que cualquier régimen haya conocido.
Enero
de 1985. Después de 23 años de
detención, el slogan «Liberen a Mandela»es siempre sedicioso y duramente
reprimido.
Mandela
continue siendo un peligro inteleáual para los otros prisioneros politicos, y a
partir de 1982 fue trasladado al penitencia rio de alta seguridad de Pollsmor.
Más
de veinte ahosdespués, como prueba de buena voluntad para la opinion pùblica
mundial, se le propone cambiar su nueva prison por une relegaclón en su
bantustan del Transkei y, sobretodo, la abjuraclón firmada de su militantismo y
de su combate. Sin duda aquellos que la
proponian ignoraban que uns ley de bronze de la politica implicaba que un
régimen basado en el racismo no podia estar en el poder y al mismo tiempo,estar
Mandela en libertad.
Ignoraban
también el corolarlo que en esto era simple Mandela no podia aceptarserlibre,
si «su» pueblo continuaba encadenado.
Ahora
bien, en 1985, todo era diferente y sin embargo nada habla cambiado. Albert Luthuli habia muerto relegado,
perseguido en sus derechos. Veinte años
después de él, Desmond Tutù recibla el premio Nobel de la Paz, segundo premio
Nobel contra el Apartheid, pero el régimen que predica el desarrollo separado
se mantenia siempre, y los negros seguian desprovistos de derecho politico.
Olivier
Tambo era Presidente del A.N.C. en exilio, organizaclón cuyos militantes
segulan siendo ahorcados. Y en las
celles de Soweto o de Lange, la Policla seguia disparando sobre los Negros
desarmados.
De
esta manera, la respuesta de Mandela estaba decidida: «Continuaria
detenido». Qué importan los años de
prisión y el sórdido trato propuesto por sus torturadores.
Ellos
no son más que carceleros.
El,
por su parte, ya pertenece a la Historia.
El
ha recibido los más altos y solemnes homenajes.
En el mundo entero, celles, plazas, llevan su nombre.
Doctor
honoris causa de numerosas universidades norte americanas o británicas,
ciudadano de honor de Glasgow y de Roma, cubierto con distinciones y premios,
Nelson Mandela, no obstante, no ha sido nunca honorado por lo que él es ante
todo, hasta lo más profundo de si mismo: un abogado.
Y,
sin embargo, quién ha sido mas abogado que él ?
[…]
*Prononced on April, 27th 1985
this speech has been published in french in le Bulletin du Bâtonnier du Barreau
de Bordeaux April 1985 and also in " Derrière la Cause isolée d’un
homme ", Editions de la Presqu’île 1995 and in Spanish in the " Revista International de Derecho Contemporaneo "
Bruselas 1985-1.
NOTAS.
[…]
9. Thomas
Jefferson. Discurso inaugural luego de la
elecci6n a la presidencia de los Estados Unidos, 4 de marzo de 1801, en el
Derecho de ser un hombre. J. Lattés/
Unesco 1984. p. 207
10. Nelson
Mandela. L'Apartheid. Paris. Editions de Minuit. 196 p. 31.
11 1.
N. Mandela op. cit. p. 31
12. N.
Mandela op. cit. p. 32
13. Michel
Bole-Richard , El presidiario del Apartheid,
en Le Monde, Julio de 1984.
14. N.
Mandela op. cit. p. 34
15. N.
Mandela op. cit. p. 35
16. N.
Mandela op. cit. p. 35
17. N.
Mandela op. cit. p. 37
18. F.
KAFKA. El Proceso. Traducido del
alemán por Alexandre Vialatte.
Gallimard. Folio pp. 308 y s.
1 9.
Ver el análisis integral de este texto por Jacques Derrida, en , "La Facultad de juzgar", Capitulo
"Prejuicios", Coloquio de Cerisy , Editions de Minuit. 1985 pp. 100 y s.
20. J.
y B. Massin. Ludwig van Beethoven. Paris,
Fayard, 197 p. 644
21. Fidelio, libreto segùn J. Bouilly, de
Joseph Sonnleither y Georges Freidrich Treischke. 11, 6, n 16.
· 2.
Montesquieu. Mis pensamientos. Obras Compl.
,Seuil.
23. N.
Mandela op. cit p. 35
24. N.
Mandela op. cit. p. 15
25. N.
Mandela op. cit. p. 46
26. N.
Mandela op. cit p. 46
27. F.
Kafka. El Proceso op. cit.
28. N.
Mandela op. cit. p. 62
29. N.
Mandela op. cit. p. 54
30. N.
Mandela op. cit. p. 10 1
31. A.
Malraux, Un cesto lleno de estrellas,
en Cahierde l'Herne, n° 43, p. 469.
SPEECH BY THE PRINCESS ZENANI MANDELA DLAMINI,
IN NAME OF HIS FATHER NELSON MANDELA,
ON OCCASION OF THE PRIZE-WINNING CEREMONY
OF THE FIRST INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS PRIZE
" LUDOVIC TRARIEUX "
|
" I am deeply
conscious this afternoon that I stand here before you by default. My father upon whom you have
bestowed this great honour is languishing in prison serving his second or
third life sentence. My mother lives a lonely
existence in primitive conditions in banishment. My sister who speaks French
fluently has never been able to obtain a passport. In the c a s e of my father,
his supporters have never been allowed to vote for him, but independant
surveys recently have shown that 78 % of urban Blacks in South Africa regards
him to be their leader. My sister and I were infants
when my father went to prison and until we were sixteen years old, neither of
us set eyes upon him. Even then we were only allowed to see him through a
glass screen. It is only now for the last eighteen months that he has been
able to hold us and we to hold him. For the past 22 years
without fail my mother has travelled the long distance to Cape Town, once a month, to take advantage of the 30 visits of forty
minutes each year that she is allowed. My mother who has never been
convicted of any crime, lives in banishment. This is in terms of the Rule of
law. |
The
conditions of her banishment are that she may only emerge from the house during
hours of daylight and remain inside over weekends and nights. Her banishment
order has a number of restrictive conditions and it is
only the superhuman courage of my mother and of my father that they not
only survive but bear no malice to their oppressors.
The
reason given for my mother’s banishmerit is that she is likely to endanger the
security ot the State and the information on which, the Governement based its
banishment was that, I quote, : " The
informations cannot be disclosed ".
My
father and my mother salute the French People for not recognizing the attempt
of the South African President to seek credibility in this courntry last year,
but are sad that they are persons here lured by materialism who seek to play
rugby on the grounds that sport has become normal. One token Black face in a
South African Rugby team does not make it integrated. At National level, racism
in sport remains rife.
French
investors tempted by vasts profits to be made care little about morality.
Foreign investment in South Atrica merely entrenches apartheid.
The
South Atrican Government has for many years waged and recently intensified, its
campaign of disinformation, pretending that the situation is complex.
What
is complex about a Coloured man who is killed by a
White Policeman in the presence of a large number of other Policemen. The crime
of the Coloured man was that he was walking in a public street with a White woman. The Policeman was fined thirty rand ?
What
is complex about one traffic offender being fined two hundred rand and another
being fined fifty rand for the same offence ? This is on the same day, by
the same Magistrate, in the same Court. The only difference was that the former was a Black man and the latter was a White man.
What
is complex about peaceful demonstrators being shot in the back ? Some as
young as eleven ?
What
is complex about a country where effective control still remains exclusively in
White hands ?
What
is complex about an economy where the haves are all White and the have-nots are
all Blacks ?
My
father whom yau ha-ve honoured today does not accept the honour himself, but in
a representative capacity for the oppressed People of
South Africa. The People of South
Africa are grateful to you, frinds unknown, who care about oppression
sufficiently to recognize the oppression and express by word and by action your
outrage against and your abhorrence of apartheid.
My
father's power has been recognized for many years by the minority Government
and earlier this year they made an offer of freedom to my father.
My
father gave his reply to the People.
He
said that he was not a violent man.
He
said that his colleagues and he had in 1952 written to Prime Minister Malan
asking for a Round Table Conference to find a solution to the problems of South
Africa. That was ignored.
Some
years later they wrote to the Prime Minister Strydom. The same offer was made.
Again it was ignored.
In
the early 1960’s when Verwoerd was in power they asked for a National
Convention for all the People of South Africa to decide on their future. This
too was in vain .
My
father told the State President P.W. Botha to show that he was different to his
predecessors.
He
called on Botha to renounce violence.
He called
on Botha to say that he would dismantle apartheid.
He
called on Botha to unban the People’s Organization, the African National
Congress.
He
called on Botha to free all those who have been imprisoned, banished or exiled
for their opposition to apartheid.
He
called on Botha to guarantee free political activity so that the People may
decide who will govern them.
My
father said that he cherished his own freedom dearly, but he said that he cared
even more for the freedom of the People.
He
said that too many had died since he went to prison. That too many had suffered
for the love of freedom. He owed it to their widows, to their orphans, to their
mothers , and to their fathers who had grieved and
wept for them.
He
said it was not only he who had suffered during these long lonely wasted years.
That he was not less life-loving than the People, but he could not sell his
birthright nor was he prepared to sell the birthright of the People to be free.
He regarded himself to be in prison as the representative of the People and of
the African National Congress which was banned.
He
asked what freedom was he being offered whilst the Organisation of the People
remained banned ? He asked what freedom was he being offered when he may
be arrested for a "pass" offence. ? What freedom was he being
offered to live his life as a family with my mother who remained in banishment
in Brandfort ? What freedom was he being offered when he must ask for a
permission to live in a city ? What freedom was he offered when he needed
a stamp in his "pass" to seek work ? What freedom was he being
offered when his very South African citizenship was stripped andth African
Citizenship was stripped and he was regarded a citizen of a
Homeland ?
He
added that only free men could negociate. That prisoners could not enter into contracts.
My
father said that he cannot and will not give any undertaking at a time when he
and the People of South Africa are not free. His freedom and the Peoples
freedom cannot be separated. He ended his answer by saying that he will return.
I
want to say tank you to the Bordeaux Bar.
Thank
you France. "
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